Muestra internacional Segunda Bienal del Fin del Mundo en Rosario
La intemperie es un tema caro a la poesía y el pensamiento argentino. “No olvidéis que la poesía,/ si la pura sensitiva o la ineludible sensitiva,/ es asimismo, o acaso sobre todo, la intemperie sin fin”, dicen los versos de Juan L. Ortiz. Ahora es también la materia de la segunda edición de la Bienal del Fin del Mundo, que tendrá su sede en Rosario en las Galerías del Centro Cultural Parque de España a partir del viernes 8 de mayo y se presentó oficialmente el 23 de abril en Ushuaia, Tierra del Fuego.
Intemperie, “en alusión al aire libre, a los grandes espacios desiertos como los de la Patagonia o los de la Antártida, a la fragilidad de la vida ante una Naturaleza cada vez más amenazante, como consecuencia del cambio climático, pero también metáfora de un mundo regido por la transitoriedad, la incertidumbre, y en el cual fortalezas que parecían eternas, indestructibles, se derrumban en un instante como castillos de naipes”, declaran los organizadores de la Bienal, que este año recorrerá varios sitios y ciudades: Río de Janeiro, Antártida, San Pablo y El Calafate, además de su sede oficial en Ushuaia y su posta por Rosario. “En definitiva —escribe Alfons Hug, curador general de la muestra—, la intemperie propia del ser humano, nuestra intemperie”.
Asimismo, la Bienal propone un concepto de Fin del Mundo Regional, que abarca al cono Sur del continente americano. Y postula a la vez un mundo ideal en donde las fronteras desaparecen con el tiempo. La muestra cuenta con la curaduría general de Hug (Alemania), la nacional por Brasil de Alberto Saraiva y la nacional por Argentina de Fernando Farina.
El espacio blanco de la Antártida
“El cielo y la antigua idea de una perfección divina, así como se manifestaban en la era de un tiempo pre–climático, y como se revelan en el Romanticismo alemán, han retrocedido frente a la imagen satelital y google earth. Incluso los turistas que exploran la Antártida y Groenlandia hace rato han dejado atrás la búsqueda de experiencias extremas para considerarse testigos consternados del cambio climático”, escribe Alfons Hug en el extenso texto curatorial, donde no solo explora los alcances de los conceptos modernos de tiempo y clima, sino que los sopesa a la luz de la tradición crítica y culmina: “Los artistas deberán trabajar a partir del color blanco, considerado un no color por los impresionistas; en ojos de Kandinsky, sin embargo, el blanco era ‘un muro frío e infranqueable, indestructible, que se pierde en el infinito’ y un silencio que de pronto puede ser comprendido. ‘Es una nada con aire juvenil o, más precisamente, una nada anterior al comienzo, al nacimiento’ (Kandinsky en Sobre lo espiritual en el arte). Y así como en su absoluta neutralidad el ‘cubo blanco’ de las galerías de arte modernas revela impío las debilidades de la obra de arte, el espacio desnudo, blanco de la Antártida pone al descubierto las insuficiencias del hacer humano”.
Artistas
La muestra de Rosario contará con obras de George Osodi (Nigeria), Reynold Reynolds (Estados Unidos), Guido van der Werve (Holanda), Simon Faithfull (Inglaterra), Alexander Nikolayev (Usbequistan), Shin Kiwoun (Corea), Michael Sailstorfer/Jürgen Heinert (Alemania), Hassan Darsi (Marruecos) y los argentinos Guillermo Srodek Hart, Esteban Álvarez, Hugo Aveta, Adriana Bustos, Adrián Villar Rojas, Miguel Pereyra y Laura Glusman.
Inauguración: Viernes 8 a las 20 en Galerías. Hasta el 31 de mayo, de martes a domingos de 15 a 20 hs.