Concierto de piano Panizza interpreta las sonatas de Beethoven
Este ciclo excepcional llevará las 32 Sonatas para piano de Ludwig van Beethoven, escritas entre 1795 y 1822, y calificadas a fines del siglo XIX como “el Nuevo Testamento”, al escenario central del CCPE a lo largo de ocho conciertos entre abril y noviembre de este año, un acontecimiento inédito en la ciudad.
Alexander Panizza (canadiense de padres argentinos), tal vez de los mejores pianistas del país, investigó y elaboró su interpretación a partir de una relación con Beethoven que lo acompaña desde su infancia. “Las 32 Sonatas para piano de Beethoven, esa unidad, ese Nuevo Testamento —escribe Diego Fisherman en uno de los textos que acompañarán el ciclo—, es, además, un cuerpo evolutivo. Un conjunto que muestra la lucha de su autor con los materiales y la progresiva cristalización de una lengua a medida que se la pone en entredicho”.
“Desde todo punto de vista —escribe Panizza en las notas que acompañan el programa de los conciertos—, realizar esta obra semental, considerada por algunos musicólogos del siglo XIX como el Nuevo Testamento del repertorio pianístico (refiriéndose a El clave bien temperado —J.S. Bach, 1722— como el Viejo Testamento) excede la planificación y ejecución de ocho recitales de piano. El viejo cliché de que la totalidad es más que la suma de sus partes queda ejemplificado al ver cómo, a través de treinta y dos obras que funcionan como un camino iniciático, se va percibiendo una colosal metaobra, cuya fuerza reside en que no solamente vemos las conclusiones a las cuales arriba este genial compositor, sino que tenemos el privilegio de observar la factura misma de las preguntas que se formula y su lucha para contestarlas.
“Es justamente el deseo de lograr transmitir al oyente esta sensación de recorrido espiritual y de transformación lo que me ha llevado a considerar aspectos logísticos que escapan a un típico concierto. Por ejemplo, he decidido no prescindir de la partitura sobre el escenario. Esto se debe, en gran medida, a que disiento respecto de la importancia que se suele dar a tocar de memoria. Se trata de una modalidad que no era corriente en tiempos de Beethoven, sino que fue implementada por el joven Liszt, concertista virtuoso, dentro de los cambios que introdujo al formato de concierto de su época (…) Actualmente, creo que la situación es otra y que sería necesario revisar una convención que no se aplica, por ejemplo, a la música de cámara (…) Primero, me resisto a pensar que un ciclo integral de las sonatas de Beethoven sea concebido como un espectáculo.
Realizando la acción opuesta a Liszt, quien eliminó la partitura de la escena buscando con ello, entre otras cosas, concentrar la atención en la figura del intérprete, la decisión de hacerla nuevamente visible funciona simbólicamente como un acto de respeto al compositor. No significa que pretenda ser más objetivo o más fiel al no ejecutar las obras de memoria, pero intento concentrar la atención en el discurso en sí y no en un posible golpe de efecto puramente visual. Coincido con Sviatoslav Richter, quien sostenía que tocar de memoria, a diferencia de lo que aparenta, muchas veces limita la versión final, ya que no sólo lleva a ejecutar de manera más precavida, sino que la técnica de memorización exige una repetición exagerada de la obra que resulta en una cierta pérdida de frescura. Y esto sin mencionar el tiempo que debe dedicarse simplemente a memorizar, en este caso, más de catorce horas de música muy compleja”.
La obra
Un aspecto al que Alexander Panizza otorgó especial cuidado fue a la confección de los programas. “Con el objetivo de plasmar la evolución del discurso de una manera fácil de percibir —escribe—, adopté el orden cronológico como principio de organización. Intenté, además, no ubicar en distintos recitales a las sonatas que, según considero, están unidas por algún motivo. Los Opus 2, 10 y 31 funcionan como tres trípticos, al reunir cada uno de ellos tres composiciones estilísticamente contrastantes entre sí. Otras agrupaciones que creo importantes son, por un lado, la sonata Opus 26, las dos del Opus 27 y la Opus 28; por el otro, los Opus 78, 79 y 81 (…) Finalmente, intenté que las ocho sonatas que están compuestas en modo menor estuvieran repartidas entre los programas para equilibrar las tonalidades”.
“Las 32 Sonatas para piano de Beethoven —escribe el crítico Diego Fisherman en otro de los magníficos textos del programa—, esa unidad, ese Nuevo Testamento, es, además, un cuerpo evolutivo. Un conjunto que muestra la lucha de su autor con los materiales y la progresiva cristalización de una lengua a medida que se la pone en entredicho. A diferencia de los cuartetos, sonatas o sinfonías de Haydn o Mozart, donde muchos de ellos podrían ser retirados del total o intercambiados por otros sin que eso alterara llamativamente el relato en su conjunto (…) En la Obra Beethoveniana hay, en cambio, un devenir. Un escalamiento de posibilidades, una elaboración de formas que, una vez encontradas, se muestran como puntos de partida para nuevas búsquedas. Las Sonatas del Op. 27, y en particular la bautizada “Claro de luna”, se escuchan de manera absolutamente diferente si se las piensa en serie con la Op. 53, dedicada al conde Ferdinand von Waldstein —un punto de llegada—. Y ésta, a su vez, no es la misma obra cuando se la interpreta junto a la Op. 111. Cada Sonata cuenta, en todo caso, una historia y, al mismo tiempo, una parte de otra historia. Beethoven es, en ese sentido, absolutamente romántico. Aunque como el anarquista que en su lecho de muerte pide la cruz para besarla, haya dado entrada a la voz —la voz de Schiller, uno de los grandes ideólogos del Romanticismo, de todos modos—, es el gran artífice del mito de la primacía de la música instrumental —y, con ella, de la música absoluta. Hoffmann lo describe con claridad. Es decir, describe la mirada del Romanticismo sobre Beethoven: “Es netamente romántico (y precisamente por eso verdaderamente musical). Y quizás es ésta la razón por la que obtiene resultados menos buenos en la música vocal, que no permite un anhelo infinito, sino que representa sólo los afectos indicados por las palabras”.
Sábado 17 a las 21 en el Teatro Príncipe de Asturias. Entrada $ 25, con abono (retirarlo en las oficinas del CCPE), $ 20.
El ciclo
PROGRAMA I
17 de abril de 2010
I
SONATA OP. 2 nº 1 – fa menor
– Allegro
– Adagio
– Menuetto- Allegretto
– Prestissimo
SONATA OP. 2 nº 2 – La mayor
– Allegro vivace
– Largo appassionato
– Scherzo- Allegretto
– Rondo- Grazioso
II
SONATA OP. 49 nº 2 – Sol mayor
– Allegro, ma non troppo
– Tempo di minuetto
SONATA OP. 2 nº 3 – Do mayor
– Allegro con brio
– Adagio
– Scherzo- Allegro
– Allegro assai
PROGRAMA II
15 de mayo de 2010
I
SONATA OP. 7 – Mi bemol mayor
-Allegro molto e con brio
– Largo, con gran elspressione
– Allegro
– Rondo- Poco allegretto e grazioso
SONATA OP. 10 nº 1 – do menor
– Allegro molto e con brio
– Adagio molto
– Finale- Prestissimo
II
SONATA OP. 10 nº 2 – Fa mayor
– Allegro
– Allegretto
– Presto
SONATA OP. 10 nº 3 – Re mayor
– Presto
– Largo e mesto
– Menuetto- Allegro
– Rondo- Allegro
PROGRAMA III
19 de junio de 2010
I
SONATA OP. 14 nº 1 – Mi mayor
– Allegro
– Allegretto
– Rondo- Allegro comodo
SONATA OP. 49 nº 1 – sol menor
– Andante
– Rondo- Allegro
SONATA OP. 13 – “patética”, do menor
– Grave- Allegro di molto e con brio
– Adagio cantabile
– Rondo- Allegro
II
SONATA OP. 14 nº 2 – Sol mayor
– Allegro
– Andante
– Scherzo- Allegro assai
SONATA OP. 22 – Si bemol mayor
– Allegro con brio
– Adagio con molto espressione
– Minuetto
– Rondo- Allegretto
PROGRAMA IV
31 de julio de 2010
I
SONATA OP. 26 – “marcha fúnebre”, La bemol mayor
– Andante con variazioni
– Scherzo- Allegro molto
– Marcia Funebre- “sulla morte dún Eroe”
– Allegro
SONATA OP. 27 nº 1, Mi bemol mayor
-Andante- Allegro- Tempo I
– Allegro molto e vivace
– Adagio con espressione- Allegro vivace- Tempo I
II
SONATA OP. 27 nº 2 “claro de luna” – do sostenido menor
– Adagio sostenuto
– Allegretto
– Presto agitato
SONATA OP. 28 – “pastoral”, Re mayor
– Allegro
– Andante
– Scherzo- Allegro vivace
– Rondo- Allegro ma non troppo
PROGRAMA V
28 de agosto de 2010
I
SONATA OP. 31 nº 2 “tempestad” – re menor
– Largo- Allegro
– Adagio
– Allegretto
SONATA OP. 31 nº 3 – “la caza”, La bemol mayor
– Allegro
– Scherzo- Allegretto vivace
– Menuetto- Moderato e grazioso
– Presto con fuoco
II
SONATA OP. 31 nº 1 – Sol mayor
– Allegro vivace
– Adagio grazioso
– Rondo- Allegretto
SONATA OP. 53 – “waldstein”, Do mayor
– Allegro con brio
– Introduzione- Adagio molto
– Rondo- Allegretto moderato
PROGRAMA VI
11 de septiembre de 2010
I
SONATA OP. 54 – Fa mayor
– In tempo dún menuetto
– Allegretto
SONATA OP. 53 – “appassionata”, fa menor
– Allegro assai
– Andante con moto
– Allegro ma non troppo
II
SONATA OP. 78 – “a therése”, Fa sostenido mayor
– Adagio cantabile- Allegro ma non troppo
– Allegro vivace
SONATA OP. 79 – Sol mayor
– Presto alla tudesca
– Andante
– Vivace
SONATA OP. 81a – “los adioses”,Si bemol mayor
-Das Lebewohl (Les Adieux) – Adagio- Allegro
-Abwesenheit (L´Absence) – Andante expresivo – Das Wiedersehen (Le Retour)- Vivacissimamente
PROGRAMA VII
9 de octubre de 2010
I
SONATA OP. 90 – mi menor
-Mit lebhaftigkeit un durchaus mit Empfindung und Asdruck – Nicht zu geschwind und sehr singbar vorgetragen
SONATA OP. 101 – La mayor
– Etwas lebhaft un mit der innigsten Empfindung
– Lebhaft. Marschmässig
– Langsam un sehnsuchtvoll
– Zeitmass des resten Stückes
– Geschwinde, doch nicht zu sehr, un mit Entschlossenheit
II
SONATA OP. 106 – “hammerklavier”, Si bemol mayor
– Allegro
– Scherzo- Assai vivace
– Adagio Sostenuto
-Largo- Un poco piú vivace- Allegro
– Allegro risoluto
PROGRAMA VIII
13 de noviembre de 2010
SONATA OP. 109 – Mi mayor
– Vivace ma non troppo
– Prestissimo
– Gesangvoll, mit inningster Empfindung
SONATA OP. 110 – La bemol mayor
– Moderato cantabile molto expresivo
– Allegro molto
-Adagio ma non troppo
– Fuga- Allegro ma non troppo- Adagio- Allegro ma non troppo
SONATA OP. 111 – do menor
– Maestoso- Allegro con brio ed appassionato
– Arietta- Adagio molto semplice e cantabile
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