Pablo Romano presenta su nuevo documental Los caminos de los muertos
El film Los nueve puntos de mi padre, de Pablo Romano, es una suerte de work in progress: “Voy a seguir trabajando en él, creció mucho, siento que es como un trabajo de arqueología”, dice el director, que hará una presentación de este proyecto el sábado 29 a las 21 en el Túnel 4.
Tras la muerte de su padre, en 2002, Romano se encontró con una historia que desconocía, con la que no tardó en involucrarse. “Vi –dice– que podía ser un documental, que había una historia que contar”. Y arranca con una anécdota, una de esas raras síntesis que asaltan la vida cotidiana y descubren su lado ficcional, paradigmático: “Mi padre ya había muerto. Tomo su reloj pulsera de la mesa de luz y lo llevo a cambiarle la pila a calle Maipú. Y mirá que ahí está lleno de relojerías. Pero decido no entrar a la casa donde yo iba siempre y me digo: ‘Voy a entrar en esta’. Le entrego el reloj al relojero, el tipo lo abre y dice ‘¡Ah, esta pila la cambié –ponele– en octubre del 2000’. Le pregunto cómo sabe. Y me dice: ‘Porque yo le hago una marquita y pongo la fecha para saber cuánto dura la pila’. Y ahí me doy cuenta de que mi viejo había ido ahí. Entonces surgió esto de hasta dónde transita uno las huellas de las generaciones anteriores sin saberlo”. Lo que sigue en la charla es una cita que hace Romano del Dieciocho brumario de Luis Bonaparte, de Karl Marx: “La tradición de todas las generaciones muertas oprime como una pesadilla el cerebro de los vivos”.
El documental autobiográfico –esa primera persona que ingresa en la pantalla para contar su historia y, como en la ficción, plantear un camino de algún modo “desviado”: correr las fronteras de un misterio– cobró visibilidad en la última década, de la mano de los films de Mariano Llinás o Albertina Carri. Pablo Romano es esquivo a la hora de hablar de su cine. “No podría”, dice. “Todos los documentales que hice eran como una biografía desplazada de lugar –dice–, el registro del tiempo de una experiencia, más allá de que en el del río (Apuntes del natural) no aparece ninguna voz narrativa, nada, la idea de la propia experiencia está en ese espacio y en ese tiempo determinado. En este caso es más directa, me implica más autobiográficamente pero me lo planteo como un cuentito. Creo que cada familia construye una ficción o un relato de sí, y creo que acá había algo interesante de rescatar: qué pasa con la gente que atraviesa la experiencia de la muerte de un ser cercano, que por otro lado es algo de lo que socialmente no se habla. Por otro lado, los secretos familiares y, a su vez, la ficción que cada uno se construye de una familia, porque está esto de que pregunto cosas que la gente no se acuerda y las cuentan desde ópticas diferentes. Por ejemplo, cómo vivieron la experiencia de la muerte de mi padre mi mamá y mi hermano”. Se refiere a un hermano cuya existencia ignoraba mientras su padre estuvo vivo.
Romano usó películas viejas para hablar de la muerte. Hay una secuencia de Vampyr, de Carl T. Dreyer, que fue remontada, o de La Diligencia, de John Ford: “Porque cuando yo era chico mi viejo imitaba a John Wayne”, dice Romano.
Esta suerte de preestreno del sábado 29 es como una presentación de proyecto, porque pese a haber pensado el film con una duración que ronda los 50 minutos (una hora de televisión), la documentación continuará. “Voy a seguir trabajando, buscando financiación, porque creció mucho. Por momentos –dice Romano– hay cosas dolorosas y hay que ir con mucho cuidado. Trato de no volverme pornográfico”.
Los nueve puntos de mi padre
¿La historia de un hombre es suficiente para que haya una película? Esta es la historia de un cadáver… De un cadáver y de la herencia que dejó ese cadáver. Un documental que intente dar cuenta de lo que queda de un hombre después de muerto, en este caso mi padre, a través de la entrevista a sus familiares más directos. Es hablar de la herencia en su sentido más amplio. Un viaje documental para intentar encontrar esa cartografía invisible que es la que construye a una familia.
Producida por Arturo Marinho a través de Digital Buró. Ganadora del Premio F – LEA – Grupo Faena en video y del Concurso de Subsidio a la Producción Audiovisual del Centro Audiovisual Rosario, de la Secretaría de Cultura y Educación de la Municipalidad de Rosario.
Sábado 29, a las 21, en Túnel 4. Entrada gratis.