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Bienvenidos a 1968 Charla con Roberto Jacoby

Roberto Jacoby (de la partida del grupo de Instituto Di Tella, compañero de Marta Minujín, de Raúl Escari, de Federico Moura y Virus en los 80 –grupo para el que escribió letras, diseñó escenografías–; actualmente, una fuente de ideas y proyectos: DarkroomramonaVenus, entre otros.

El título para su conversación pública: “1968, el culo te abrocho” el Túnel 4, dentro del ciclo Bienvenidos a 1968 y en el marco de la muestra La gráfica del Di Tella.

Sus respuestas previas a esa charla son una cruza de la vieja epístola, la anotación personal y la intervención pública. “Es el título de la muestra que preparo para julio en Appetite de Buenos Aires. Ilusoriamente quiero reactuar la cachetada que los estudiantes, artistas, trabajadores apli caron aquella vez a las instituciones, a los medios,a todos los estúpidos en general.Es de lo más irritante que la Francia de Sarkozy encabece homenajes a quienes se propusieron exactamente lo contrario y mucho más.Los suplementos dominicales de los diarios tratan esa época con la misma beatería con la que en los 60 podrían haber hablado del cubismo. No creo que yo logre hacer algo a la altura del título, pero ya es algo, ¿no? Un mini detournement”.

Jacoby dijo que las vanguardias de los 60 son hoy un punto de partida para cualquier artista. “Confundir arte y vida, política y joda, teoría y poesía fue –responde–, me parece, el envión mayor del 68. La afortunada coyuntura permitió descoyuntar la complicidad de masas durante algunos felices relámpagos. Se votaba en las asambleas de facultad si la revolución debía ser una súbita insurrección urbana o una prolongada guerra campesina.

En uno de esos humeantes congresos, un genio desconocido gritó desde el fondo: ‘propongo que sea inmediata, alegre y sin sangre’. Esos serían los puntos esenciales de mi programa, de esporádico y parcial cumplimiento ”.

En la famosa carta de Pablo Suárez a Jorge Romero Brest, director del Di Tella entonces, el artista procla maba “La institución sólo deja entrar productos ya prestigiados a los que utiliza cuando, o han perdido vigencia o son indiscutibles dado el grado de profesionalismo del que produce, es decir, los utiliza sin correr ningún riesgo ”. La pre-gunta es para Jacoby: ¿se ha profesionalizado la vanguardia? “Parece haber algo así, ¿no? Poco riesgo y muchas nueces –responde–. De todos modos, cuando algo escapa a la ley de la domesticación, aunque sea por una semana, los resultados son fabulosos”.

—¿Cómo fue su participación en el Di Tella?

—En el Centro de Artes Visuales, solamente “Experiencias 68 ”, de cuarentona memoria. En el Centro de Experimentación Audiovisual (CEAV),mucho más:presentamos la Audición de Lenguaje Oral con Costa; la semana de Happenings con Masotta, Suárez, Costa y otros; Parámetros, una conferencia don- de yo no estaba; Cageana; Be at Beat Beatles, un multimedia, con tres grupos del proto rock nacional en escena (el pre Manal ncluído).

—Raúl Escari anota en Actos en palabras esta línea de conversación con Marta Minujín: “¿Te acordás del Di Tella? Bueno, ahora todo Buenos Aires es el Di Tella ”. ¿Qué opina de esa afirmación?

Wishfull thinking, como dicen los ingleses. No todo es Di Tella, la de los ojos abiertos. Sin embargo, se podría afirmar que existe una multiplicación por 10 desde aquellos tiempos. Si en los 60 había 200 artistas contemporáneos, ahora hay 2.000, y si eran 20 los experimentalistas, ahora debe haber 200. Los lugares de exhibición más jugados eran 2, ahora habrá 20. Un crecimiento del 25 por ciento anual. Muy superior al aumento de la desigualdad social, laeconomía china y las exportaciones agrarias argentinas.

Jacoby se refiere también a la percepción, a la distancia, de aquellas experiencias y cruces de la vanguardia con las instituciones: “Los enfrentamientos con Romero Brest –dice– eran un poco puestas en escena: si no recuerdo mal el propio Juan Pablo (Renzi) lo invitó a Rosario para darse el gusto de devolverle la plata y leer el manifiesto mermelada, y Pablo (Suárez) cobró sus 300 pesos para hacer una de las mayores obras de la época. El gordo nos segregaba con sutileza o no tanto, porque nos consideraba revoltosos comunistas pero era muy deportivo. Desde el punto de vista teórico y filosófico era un gimnasta autodidacta, aunque comparada su vocación de riesgo con la de los curadores y promotores de arte actuales, Romero era Andy Warhol.

Y nosotros le ganamos, en una victoria ciertamente pírrica pero que hoy hace que el mito de Juan Pablo Renzi o el de Pablo Suárez sean mucho más energéticos y nutritivos que el de Romero. Una vez, en los 80, nos encontramos con Romero en casa de Alejandro Kuropatwa y cuando le hice un chiste un poco punzante me respondió: ‘Sos el mismo disolvente inútil de siempre’. Seguramente no repliqué así de perfecto, porque uno mejora siempre las propias respuestas con el paso del tiempo, pero, en todo caso, me hubiese gustado decirle, y quizás algo así tartamudeé: ‘Gracias, Romero, finalmente reconoce lo que es el arte’ ”.

Fecha

Vie. 25/7/08

Hora

19:00

Lugar

Túnel 2
Sarmiento y el río Sarmiento, S2000 AHQ, Santa Fe

Acerca de este sitio

Este sitio fue creado con el objetivo de brindar de manera accesible al público un archivo digital histórico de los eventos y actividades realizadas en el Centro Cultural Parque de España


Publicado el martes 1 de julio de 2008.