Ciclo Bienvenidos a 1968
En tres jornadas Aguirre explora los archivos del poeta Francisco Gandolfo (1921–2008) y recrea la escena local de esos años a través de la revista el lagrimal trifurca editada por el poeta y su hijo Elvio), así como la correspondencia con escritores y personalidades de la cultura de Gandolfo, que en ese año publicó su primer libro de poesía.
En los encuentros Aguirre dialogará también con la escritora Angélica Gorodischer, quien publicó su libro de cuentos Las pelucas en 1968. Con el fotógrafo Norberto Puzzolo y con Guillermo Fantoni, historiador del arte, acerca de «Las palabras y las formas de las vanguardias». Y, por último, con el escritor y periodista Juan Martini -quien en esa época publicaba en el mensuario Boom, donde debutó Roberto Fontanarrosa y se agruparon muchas de las voces más influyentes de la prensa y las letras de Rosario- acerca de Literatura periodismo a fines de los 60.
La ciudad en primera plana
En 1968 la revista Primera Plana consideraba que uno de los corazones de la vanguardia plástica argentina latía en Rosario, con tanta autonomía que la ciudad de Buenos Aires apenas constituía un dato referencial. Un centro que se afirmó a través de múltiples acciones, encuentros y manifiestos, desde el asalto a conferencia de Jorge Romero Brest en Amigos del Arte a la instalación de las sillas de Norberto Puzzolo, desde la declaración «Siempre es tiempo de no ser cómplices» a la Primera Semana Nacional del Arte e Vanguardia, l prólogo de Tucumán Arde. La renovación no se limitaba a la plástica. En 1968, en Rosario, termina el ciclo de una revista y otra publicación comienza un largo recorrido.
Setecientosmonos, la revista de Nicolás Rosa, Juan Martini y Carlos Schork, deja de aparecer después de publicar el año anterior su número 10 y en abril de 1968 sale a la calle el primer número de el lagrimal trifurca, de Francisco y Elvio E. Gandolfo. Una historia que hoy podemos reconstruir a partir de los documentos y la correspondencia preservada en el archivo de Francisco Gandolfo.
En 1968 aparece además Mitos, impreso en el taller La Familia, el primer libro de poemas de Francisco Gandolfo. Y Las pelucas, el tercero de cuentos de Angélica Gorodischer. Ediciones La Ventana publica Punto de partida, primer libro de poemas de Orlando Calgaro, y Aldo F. Oliva y Aldo José Beccari comparten el premio Amílcar Taborda por sus libros Poemas y La causa incesante.
Esos libros se podían comprar en una nueva librería: Signos, que abrió su primer local, en la Galería La Favorita. También en 1968. Y para dar cuenta de estos fenómenos hubo también cambios en el periodismo. En agosto de 1968 sale a la calle el primer número de Boom, el mensuario dirigido por Ovidio Lagos Rueda que nucleó a una nueva generación de cronistas, más ligada al mundo de la cultura.
Cuando aprendimos a hablar por nosotros mismos
Los acontecimientos de 1968 persisten en las voces de sus protagonistas, en sus discursos, sus cantos, sus consignas. El tiempo los convirtió en documentos de un año polifónico en el que las palabras que inscribían los hechos irrumpieron de un modo que cambió la percepción del presente.
Eso que ocurría sucedía aquí y ahora, dramático, en vivo y en directo. Esa historia caliente que cambiaba los anhelos de futuro por una política que reclamaba su hora, tuvo un gran componente sonoro. El 68 fue la radio relatando los sucesos, fue la televisión mostrando las manifestaciones y la represión, fueron las conferencias de prensa, las declaraciones, los discursos al pie de las barricadas, la voz de los estudiantes.
«Hay que recordar esas calles llenas de hombres inmóviles, que no ven nada, no miran nada, los ojos bajos, pero la oreja pegada al transmisor elevado a la altura del rostro, figurando así una nueva anatomía humana», señala Roland Barthes en ese mismo 1968. El relato de los hechos se escuchaba entre los mismos manifestantes tanto como sus discursos y les devolvía las primeras resonancias de sus propios actos en simultáneo.
Pocos años después, el filósofo francés Gilles Deleuze le dijo a Michel Foucault: «Usted ha sido el primero en enseñarnos algo fundamental: la indignidad de hablar por otros». Esa conversación tuvo lugar en 1972, en una época en la que el Mayo del 68, dice Deleuze, «no se había enfriado todavía» y en la que ya se podían percibir las marcas de lo que no tenía vuelta atrás. La primera: que todo el mundo hable por cuenta propia. «La filosofía moderna, que tan lejos ha llevado la crítica de la representación, rechaza toda tentativa de hablar en lugar de otros. Cada vez que escuchamos eso de: nadie puede negar que, sabemos que lo que viene después es una patraña o un eslogan. Incluso después de Mayo del 68, era normal que, por ejemplo, en un programa televisivo acerca de las cárceles, se hiciese hablar a todo el mundo -el juez, el vigilante, una visitante, un hombre de la calle-, a todo el mundo excepto a un preso o a un ex–presidiario. Hoy día eso se ha vuelto más difícil, y es una conquista del 68 «, le explicaba el filósofo a su entrevistador.
A partir de junio, en diferentes espacios del Centro Cultural estará montada una instalación sonora que recupera audios originales que forman parte de la historia de 1968. Una atmósfera de sonidos para escuchar las palabras que nos dejó el año que aprendimos a hablar por nosotros mismos.nbsp;
6, 12 y 13 de junio / 19hs
Más información:
www.juanmartini.com.ar
www.literatura.org/Gorodischer/Gorodischer.html
www.autorexus.com.ar/gandolfox/index.html
www.norbertopuzzolo.com.ar
www.apuntesdeosvaldoaguirre.blogspot.com
En el Túnel 4, las 19, entrada gratis.
6 de junio. Osvaldo Aguirre :el lagrimal trifurca y la correspondencia de Francisco Gandolfo. Las pelucas, diálogo con Angélica Gorodischer.
12 de junio. «Las palabras y las formas de la vanguardia». Diálogo con Norberto Puzzolo y Guillermo Fantoni.
13 de junio. Literatura y nuevo periodismo a fines de los 60 «. Diálogo con Juan Martini.
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